INSPIRACIÓN
O cómo vivir de manera creativa
“Otros ven lo que es y se preguntan: ¿Por
qué? Yo veo lo que podría ser y me pregunto: ¿Por qué no?”
Picasso
.
Gran curiosidad intelectual, una manera diferenciada de
observar la vida y de escuchar al mundo, una mente abierta en la que la
información se puede combinar, elegir y extrapolar para resolver problemas,
empatía con las personas y las ideas divergentes… estos son algunos de los
“ingredientes” que conforman a una persona creativa. Y todos estos ingredientes
y otros más se pueden adquirir, potenciar, ampliar… tan solo hay que QUERERLO.
Muchos creen que la creatividad es patrimonio exclusivo de
artistas y personas con mucha imaginación. Yo pienso que la imaginación no es
mucha o poca, no se puede cuantificar, la imaginación se tiene, la tenemos
todos por igual, solo que unas personas la usamos más que otras. Muchas
personas niegan su propia imaginación, pero el hecho de negar algo no significa
que no exista y muchas veces lo negamos por miedo, por pereza, por falta de
autoestima… o por vergüenza, porque parece de persona inmadura andar por ahí
imaginando cosas. Pero, ¡qué diferente sería el mundo si usáramos un poco más
la imaginación! La imaginación no es lo opuesto de la razón, nada más lejos,
porque la imaginación, cuando se alía con la razón, son capaces de crear
universos. Solo cuando una niega a la otra nos abocan al fracaso. La razón sin
la imaginación es incapaz de explicar muchas cosas y la imaginación sin la
razón… “crea monstruos”.
“Deberíamos
aprender más de los niños”, esto que se ha dicho millones de veces, aún debería
decirse millones de veces más, porque es una necesidad y en muchas más ocasiones
de lo que creemos, deberíamos dejar de obsesionarnos por hacer las cosas bien
y, en su lugar, aprender a jugar a hacer las cosas bien. Para jugar necesitamos
la imaginación, para vivir necesitamos la imaginación, porque la vida es un
juego y hay que jugar en serio. Y ese “jugar en serio” es lo que nos permite
vivir de manera creativa. Y en el momento que empezamos a movernos por la vida
de manera creativa empezamos, inmediatamente a recibir beneficios:
Incrementa nuestra curiosidad intelectual por todo, nos hace
ver las cosas desde distintas perspectivas, amplia y abre nuestra mente, nos
convierte en seres más empáticos, nos quita el miedo a equivocarnos y nos
proporciona muchas maneras de rectificar (y ya se sabe que rectificar es de
sabios), nos hace más comunicativos y hace que busquemos todas las maneras
posibles para hacernos entender, nos convierte en más receptivos porque amplia
la capacidad de atención y escucha, aumenta nuestra capacidad de adaptación a
las circunstancias y al medio (solo sobreviven los que se adaptan) y nos
desinhibe para poder mostrarnos ante los demás sin disfraces, sin aditivos, sin
pensar en cómo creemos que los demás quieren vernos, sino tal y como somos, con
nuestras virtudes y defectos… y lo más importante: sabemos cuáles son nuestras
virtudes y cuáles nuestros defectos. Seguro que hay muchos más beneficios, pero
te invito a que los descubras por ti mismo o misma.
A encontrar
tu potencial creativo, ya seas maestro o maestra, trabajes dirigiendo una
empresa o a un equipo, te dediques al comercio, o lo que sea a lo que te dediques, te puede ayudar una
persona que haya decidido ser creativo y haya buceado en ese concepto.
Encontrar la inspiración, esa inspiración que nos reconcilia con la naturaleza
de las cosas y nos la hace ver como son y no como nos han dicho que son.
Porque, al final, ser creativo no es solo inventar historias, pintarlas,
esculpirlas… es también ver la realidad como es y aprovechar lo bueno y
trabajar por superar o cambiar lo malo. Respirando la vida, jugando a vivir.
“La creatividad es la
inteligencia divirtiéndose”, dijo Einstein, y, si lo dijo Einstein…
Cuando estás tan cerca del suelo
que su olor impregna tu mente, tienes dos opciones: o te dejas caer y te
estampas o rebotas para volver a subir… tú eliges.
Rebotar es vivir de manera
creativa. Usar todo lo que la vida nos brinda, lo bueno y lo malo, y usarlo
para crear y crear para ofrecer.
Soñamos con
volar, pero para volar, no siempre son necesarias unas buenas alas, sino
deshacerte de todo el lastre que te aplasta contra el duro suelo. También oímos
con frecuencia eso de “vale está muy bien imaginar y volar, pero con los pies
en la tierra” y yo digo vuela, si has desplegado las alas, es para volar y no
te preocupes de los pies, ellos llevan mucho tiempo pisando tierra y ya saben
qué hacer.
Una vez le
conté a un ilusionista amigo mío, un juego de magia que se me había ocurrido,
para que me confirmara que aquello era factible o no y me contestó con absoluta
naturalidad: “Si lo has imaginado, es factible, eso es lo bueno de la magia”,
eso es lo bueno de la vida, que vivir es un arte y nosotros y nosotras somos
artistas… no lo olvidemos.
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